La diablada, es parte del repertorio teatral empleado por la colonización hispana y la catequización que la acompañaba para enseñar a los nativos del continente los preceptos de la fe cristiana y la historia según la visión de los colonizadores.Dentro de las labores realizadas por los misioneros jesuitas en la ciudad de Juli, notaron la inclinación de parte de la población indígena hacia el canto y la danza, lo cual era usado para la evangelización de la región. Entonces, los misioneros les enseñaron una representación de los siete pecados capitales y el triunfo del arcángel Gabriel sobre los demonios. Luego en una ceremonia que data del año 1550, en ocasión de la boda del Conde de Barcelona con la hija del Rey de Aragón, fue representada una batalla coreográfica entre un grupo de diablos liderados por Lucifer contra un grupo de ángeles dirigidos por el arcángel Gabriel. En tres actos breves, los siete pecados capitales son vencidos por los ángeles con la ayuda del pueblo.
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